Mientras el hombre intenta separar las mandíbulas del cocodrilo, se puede escuchar al perro aullar de dolor. A juzgar por sus propios gruñidos de angustia, el hombre está dando todo por este rescate.

El caimán es arrastrado hasta la orilla y el hombre intenta con todas sus fuerzas liberar a su perro.

Unos segundos más y el cachorro sale de las fauces del caimán. Corre hacia un lugar seguro, aparentemente no herido por el incidente. Mientras tanto, el dueño del perro sigue en la orilla del estanque, a horcajadas sobre el caimán.

Esta no es una posición en la que nadie quiera estar, nos alegra que el cachorro pellizcado haya sido rescatado de las garras de este depredador. Según Science Daily, la fuerza de la mordida de un caimán es suficiente para levantar un camión pequeño. El cocodrilo en este video parece ser mucho más pequeño que uno adulto, pero no obstante peligroso.